Con el "dólar agro" llegó la hora de las economías regionales

El Gobierno buscará -desde ahora y hasta el 31 de agosto- la mayor cantidad de divisas que pueda conseguir vía exportaciones. Para lograrlo tentará a tenedores de soja y a los productores regionales con capacidad de venta al exterior, quienes podrían ingresar en los próximos 60 a 90 días una suma cercana a los u$s4 mil millones y al menos otros 2 millones hasta que finalice el plazo previsto.
Es por eso que la nueva denominación del Programa de Incentivo Exportador ahora incluye no solo al complejo oleaginoso sino también a las economías regionales. El dólar agro contempla un tipo de cambio de $300 para actividades tales como maní, vino, uva, pera, manzana, arroz, pesca, legumbres, frutos secos, frutas con carozo, cítricos, arándanos, tabaco, yerba mate, té, aceitunas, forestación, maíz pisingallo, miel y girasol confitero. En total, estas producciones representan cerca de 1.700 posiciones arancelarias.
Sin dudas, entre las más fuertes en cuanto a producción, volumen y exportaciones aparecen la vitivinicultura y el maní, aunque también se podrían mencionar el arroz, la yerba o las frutas por su vínculo con el mercado interno.
Desde la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) celebraron la medida. De hecho, los industriales del vino fueron los que más fuerza hicieron para que se concretara esta medida, que ya se había mencionado a principio de año durante la Vendimia, cuando el ministro de Economía, Sergio Massa, recibió el pedido de protutores y bodegueros.En la misma línea se pronunciaron desde la Cámara Argentina del Mani. Diego Yabez, vicepresidente de la entidad aseguró a Ámbito que “la medida va a beneficiar al sector aunque estamos expectantes para acordar todo lo que pidió el Gobierno sobre precios cuidados, empleo y abastecimiento para ingresar al esquema lo antes posible”.

Desde el sector arrocero, también celebraron la iniciativa del Gobierno aunque se mostraron cautelosos en cuanto a quienes podrán participar del “dólar agro” ya que existe un grupo de empresas muy numeroso que si bien exporta, no participa del mercado interno, con lo cual se podrían complicar su incorporación en virtud de las pautas impuestas por la Secretaría de Comercio Interior.

Según pudo saber Ámbito, desde las economías regionales hay un pedido muy concreto para el Gobierno. El mismo radica en que el “dólar agro” se pueda actualizar según el avance de la devaluación del peso, ya que el según el Rofex, la posición del dólar futuro en julio cotiza en torno a los 285,50 y la posición de dólar futuro para agosto llega a 314,50 con lo cual el plazo real de ejecución para que el beneficio sea efectivo finalizaría durante el séptimo mes del año. A partir de entonces, es probable que el tipo de cambio oficial ya se ubique por encima de los $300 que hoy propone el Ministerio de Economía. Pasada esa fecha, ya no importará el dólar agro porque las cotizaciones se ubicarían por encima de ese valor.

Por supuesto, nada de todo esto es casual. El negocio es más conveniente si todo se hace lo antes posible y de alguna manera los ojos estarán en que la mayor cantidad de operaciones se puedan concretar entre abril, mayo y junio.

El problema es que las economías regionales tienen una dinámica distinta y los ciclos comerciales contemplan el envío y los clientes pagan una vez que tienen la mercadería en su poder. Incluso en algunos casos las ventas se cobran a los 30, 60 o 90 días según la plaza y el destinatario.

La idea de las empresas, que tendrán que adecuarse a los requerimientos que fijen desde el Palacio de Hacienda, es ingresar la mayor cantidad de negocios posibles. Lo mismo esperan en el Gobierno, porque cuanto más divisas ingresen, más reservas acumula el Banco Central.

El punto central es que son muy pocos los que exportan y tienen la posibilidad de prefinanciar las ventas al exterior, ya que para eso hay que contar con créditos en dólares o con adelantos de las casas centrales. Quizá allí aparezca una ventana para que con esos dólares se pueda tomar la “oferta” del dólar agro y luego liquidar operaciones, incluso algunas que ya están embarcadas.

En el caso del arroz se suma otra situación específica. El principal dilema se centra en quiénes serán los que podrán acceder ya que de un total de casi 50 empresas que producen e industrializan, sólo 4 están dentro del programa de precios justos.

Jorge Paoloni, productor, industrial, y dirigente arrocero con amplia experiencia en el mercado aseguró a Ámbito que “el arroz viene en caída desde hace 2 años y lo que mas lo perjudica es el tipo de cambio. Queremos que esto ayude al productor y no que beneficie sólo al dueño del campo, porque el 80% de nuestra producción se genera en campo arrendado.

El empresario explicó que “las empresas mas chicas no estamos en los programas de precios porque siquiera tenemos acceso a las cadenas de Buenos Aires, donde sólo las empresas de mayor espalda hacen un gran negocio. Espero que quienes deciden tengan sentido común, ya que no hubo nadie de nuestro sector en la reunión con Massa”.