La inflación de marzo fue del 11%: acumuló 287,9% en doce meses

La inflación fue del 11% en marzo y acumuló 287,9% en los últimos doce meses, informó el Indec.

En el primer trimestre, el índice de precios al consumidor acumuló una variación del 51,6%.

La división de mayor aumento en el mes fue Educación (52,7%), por los incrementos de las cuotas en los distintos niveles educativos al inicio del ciclo lectivo.

Le siguieron Comunicación (15,9%), por las subas en servicios de telefonía e internet, y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (13,3%), por alzas en el servicio de electricidad. La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (10,5%).

Al interior de la división se destacan las subas de Carnes y derivados, Leche, productos lácteos y huevos, Verduras, tubérculos y legumbres y Pan y cereales.

Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en marzo fueron Restaurantes y hoteles (8,3%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (5%).

A nivel de las categorías, Regulados (18,1%) lideró el aumento seguida por Estacionales (11,1%), mientras que el IPC Núcleo registró un incremento de 9,4%.

La lechuga, con una suba del 66,7% y el tomate redondo, con un alza del 56,3%, fueron los alimentos que más subieron en marzo.

El changuito según quién lo compre

La difusión del índice de Precios al Consumidor de marzo, que otra vez marcó un resultado de dos dígitos, generó reacciones diversas en el arco político, desde elogios oficialistas hasta la crítica de la oposición por el crecimiento de la inflación acumulada en el año.

El más eufórico y optimista fue el diputado nacional de La Libertad Avanza José Luis Espert, quien a través de la red social X destacó: “El 11% de inflación de marzo indica que nos acercamos al dígito mensual”.

“Extraordinaria tarea técnica de Luis Caputo, Pablo Quirno y Santiago Bausili, y enorme claridad y coraje político del presidente Javier Milei. Vamos por buen camino. Argentina tiene futuro y ese futuro es liberal!”, escribió el titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, sin tomar en cuenta que, aunque las subas de precios en algunos artículos (o muchos artículos) terminen siendo de cero (0%) ya quedaron fuera del rango del poder adquisitivo de los salarios de un creciente abanico de trabajadores y de los haberes de jubilados y pensionados.

Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, remarcó que con el 11% de variación de precios en marzo continúa “el sendero de desaceleración que se viene verificando desde diciembre”.

“La inflación núcleo, que excluye los componentes regulados y estacionales del índice, fue de 9,4%, ubicándose en un dígito mensual por primera vez desde octubre del año pasado”, distinguió.

Es que, para el titular del Palacio de Hacienda, “la fuerte desaceleración en la inflación es consecuencia del programa económico implementado desde el 11 de diciembre”, entre cuyos “pilares” listó “el equilibrio fiscal y la recomposición del balance del BCRA”.

“La combinación de ancla fiscal, monetaria y cambiaria, y las medidas que se vienen implementando para desburocratizar el comercio interior y normalizar el comercio exterior, son fundamentales para sostener este sendero de desinflación”, concluyó.

La ¿exageración? no se condice con los porcentajes del tramo final del gobierno del entonces presidente Alberto Fernández, cuyo ministro de Economía, Sergio Massa, candidato presidencial que se impuso en primera vuelta y resultó derrotado en el balotaje, era repudiado por sus índices. Y éstos medían 12,7% en septiembre de 2023; 8,3% en octubre, y 12,8% en noviembre de 2023, en un esquema que contaba con una canasta de productos de primera necesidad con precios amarrados al programa Precios Justos –con valores sustancialmente menores por acuerdos voluntarios con las cadenas de producción y comercialización– a lo que se sumaba el programa provincial Billetera Santa Fe, que facilitaba descuentos sobre precios de hasta un 30%. Ninguno de los dos armados subsiste como tal.

En esa línea, a excepción de diciembre, mes de gastos familiares muy por encima de la media –con refuerzo, además, por medio aguinaldo– y además mes repartido entre el gobierno saliente y el entrante, la suma inflacionaria real acumulada de la medición del Indec del último trimestre “puro” de Massa da un resultado de 37,7%. Pero en el primer trimestre –también “puro”– del presidente Javier Milei, con la gestión de “Toto” Caputo en el Palacio de Hacienda, la inflación midió 20,6% en enero de 2024; 13,2% en febrero, y el 11% en marzo, lo cual implica un acumulado de 52,2%.

Cómo resulta que una inflación del 37,7% representa un nivel oprobioso, pero una del 52,2% pasa a ser un “numerazo”, sólo se puede explicar en la cotidiana catarata de posteos –rentados o convencidos– de las huestes digitales del oficialismo en redes sociales.

Uno y otro nivel inflacionario resultan invalidantes para cualquier proceso económico de un país, pero en última instancia los “pilares” de un programa económico aparecen resultando más eficaces –en un 14,5%– que los de otro programa económico con orientación diametralmente opuesta. Esto, tomando en cuenta el peor trimestre de Massa, soportando tensiones electorales, y el inicial en su nueva gestión de ministro de Caputo.

En esa línea de lógica discutible, el diputado mendocino de La Libertad Avanza Álvaro Martínez subrayó que “la inflación se ha desacelerado de forma consecutiva durante los meses de enero, febrero, marzo”.

“El 11% de inflación del último mes es un número alto aún, pero todo indica que vamos en el camino correcto. El sacrificio siempre tiene recompensa”, completó.

A media agua, la diputada de la UCR Karina Banfi (Buenos Aires) le bajó desde la oposición la exultancia del oficialismo, al advertir: “Un 11% en marzo y una acumulada de 287,9% anual es alarmante”.

“La inflación sigue siendo el principal problema de los argentinos. Cada punto implica más personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas”, escribió la vicepresidenta del bloque radical.

En tanto, el senador nacional de la UCR Maximiliano Abad, también bonaerense, se manifestó en el tono similar: “La inflación del 11%, con una acumulación del 287,9% en los últimos 12 meses, sigue siendo el principal problema de los argentinos”.

“Un número que refleja la herencia recibida. Repito lo que vengo diciendo: exige acuerdos y esfuerzos de todos los actores políticos para combatirla”, completó.

Por su parte, la legisladora porteña Graciela Ocaña (Confianza Pública) también se mostró preocupada por la continuidad de una inflación mensual de dos dígitos. “Aunque un 11% pueda parecer bajo, no podemos ignorar que la inflación acumulada del primer trimestre alcanza el 51,6%. El problema es que los sueldos y las jubilaciones no se ajustan en la misma medida, y la actividad económica se resiente porque la gente simplemente no tiene plata”, alertó.

El ex gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey reconoció la desaceleración de la inflación, pero llamó la atención sobre un proceso paralelo que viene ocurriendo como el deterioro de los ingresos. “La lucha no es sólo contra la inflación, es también por los argentinos. Bajar la inflación y al mismo tiempo el nivel de vida de la clase media y los más desamparados no parece ser el camino. El anterior gobierno hizo un desastre, la gente no soporta otro”, reflexionó el dirigente de una de las ramas más liberales del PJ.

Desde la izquierda, el diputado nacional Nicolás del Caño (FIT) advirtió sobre la “alta inflación en marzo a pesar de la brutal recesión que golpea a trabajadores, pequeños comerciantes y todo el pueblo que sufre la motosierra y la licuadora en sus ingresos”.

“Milei en estos meses liberó todos los precios menos el del salario que está planchado”, lamentó el legislador, quien también representa a la provincia de Buenos Aires.

Con una cuenta distinta, el ex diputado nacional del Partido Obrero (Frente de Izquierda) Néstor Pitrola sostuvo que “con el 11% de marzo la inflación acumulada por Javier Milei es de 90,84%”.

“Ningún salario y jubilación siguió semejante escalada. La transferencia del bolsillo trabajador al Estado y al capital es la clave de toda la política económica”, cuestionó.