El gobierno prohibió los "productos de tabaco calentado"

El Ministerio de Salud inhabilitó por completo la comercialización de estos dispositivos, promocionados por las tabacaleras.

Información General 27/03/2023 Claudia Claudia
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El Ministerio de Salud prohibió la importación, distribución, comercialización, publicidad y cualquier modalidad de promoción y patrocinio en todo el país de los dispositivos electrónicos conocidos como “calentadores de tabaco” o “productos de tabaco calentado (PTC, o “tobacco heaters”, en inglés). No deben confundirse con los “vapeadores”, que ya están prohibidos desde 2011. La resolución ministerial está firmada por Carla Vizzotti y fue publicada en el Boletín Oficial, así que está vigente.
Según ese documento, la inhabilitación se extiende también “a todo tipo de accesorio destinado al funcionamiento de dichos sistemas o dispositivos, como asimismo a cartuchos y barras de tabaco para ser calentadas en dichos sistemas”. En sus considerandos, la resolución explica que estos dispositivos “se promueven para ser utilizados en reemplazo de los cigarrillos convencionales, especialmente en los lugares donde se prohíbe fumar, aduciendo que están desprovistos de los efectos deletéreos de los productos de la combustión del tabaco”.

Además, asegura que “de acuerdo a investigaciones independientes, los productos de tabaco calentados producen aerosoles con nicotina y otras sustancias químicas como el acetaldehído, la acroleína y el formaldehído, las cuales son dañinas y potencialmente dañinas para la salud”.
En la normativa también se argumenta que “siendo la nicotina una droga sumamente tóxica y con fuertes propiedades adictivas, el uso de estos dispositivos, además del potencial riesgo que representa para individuos con patologías cardiovasculares, puede inducir en nuevos usuarios una dependencia a la droga”.
“La evidencia sostiene que los productos novedosos como los PTC y similares son especialmente atractivos para niños, niñas y adolescentes, y su introducción en el mercado tiene el potencial de conducir a la iniciación tabáquica en jóvenes y adultos no fumadores, amenazando los logros ya obtenidos en materia de control de tabaco mediante las políticas públicas previamente implementadas”, justificó el Ministerio de Salud.

Por último, se remarcó que “la evidencia científica independiente disponible sobre los PTC es suficiente” para que el Ministerio de Salud “pueda evaluar un potencial riesgo para la salud de la población y el desarrollo de comportamientos adictivos en los jóvenes, resultando necesario hacer uso del principio precautorio, que respalda la adopción de medidas protectoras ante las sospechas fundadas de que ciertos productos o tecnologías creen un riesgo grave para la salud pública o el medio ambiente”.

La Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat), por intermedio de la Disposición 3226/2011 fechada el 6 de mayo de ese año, había prohibido los denominados “cigarrillos electrónicos”, que a diferencia de los productos antes mencionados no contienen tabaco, pero sí pueden contener -o no- nicotina en dosis variables, así como sustancias como propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes, aromatizantes y otros.

La réplica de las tabacaleras
La tabacalera Massalin Particulares expresó su “sorpresa” ante la medida y consideró que “va a contramano del más esencial sentido común y de los avances de la ciencia, homologados por agencias de salud a nivel global. Los productos de tabaco calentado y sus dispositivos para calentarlos representan una alternativa para los 1.000 millones de personas adultas que fuman alrededor del mundo”, dijeron en un comunicado. “Estos dispositivos permiten calentar el tabaco en lugar de quemarlo y de esta manera eliminar la combustión, que es el principal problema relacionado con el acto de fumar. El Ministerio de Salud se opone a la tendencia global, significa un incomprensible retroceso, e implica la sustracción de una alternativa para los más de 7 millones de fumadores adultos que hay en el país”, agregaron. El tabaco se caliente a 240 grados, lo que evita que el tabaco emita alquitrán y que la nicotina llegue a las vías respiratorias luego de alcanzar los 900 grados en la combustión del cigarrillo. “A lo largo y ancho del mundo, hoy las alternativas que calientan tabaco en lugar de quemarlo son una tendencia y se están regulando acordemente, no así prohibiendo”.

Como ejemplo, recordaron que la FDA, la agencia estadounidense de control de productos para la salud, autorizó en 2019 la comercialización de uno de los dispositivos que se venden en más de 70 mercados a nivel global: IQOS de Philip Morris International. También destacaron que en 2020 la misma agencia estadounidense permitió que se comercialice IQOS como un producto de riesgo modificado con las leyendas: “Conforme la evidencia disponibles hasta la fecha el sistema IQOS calienta el tabaco pero no lo quema”; “Esto reduce significativamente la producción de componentes químicos nocivos y potencialmente nocivos”, y “Los estudios científicos han demostrado que cambiar completamente de cigarrillos convencionales al sistema IQOS reduce la exposición de su cuerpo a químicos dañinos o potencialmente dañinos”.

Otro ejemplo que recordaron fue el de Reino Unido, donde la agencia de salud concluyó que “en comparación con los cigarrillos, los productos de tabaco calentado tienen el potencial de exponer a los usuarios a menores niveles de químicos nocivos y potencialmente nocivos”. Por último, a nivel regional, destacaron el caso de Uruguay, que meses atrás reconoció el carácter diferencial de los productos de tabaco calentado y los enmarcó dentro de la normativa de tabaco vigente. La norma uruguaya, indicó la empresa, sostiene que “existen dispositivos electrónicos para la administración de nicotina que emplean una tecnología mediante la cual se calienta tabaco seco, respecto de los que existen datos científicos que indican que resultan en una menor exposición de los usuarios a las sustancias tóxicas asociadas al consumo tradicional de tabaco”.

Según el Ministerio de Salud, estos dispositivos “emiten aerosoles que contienen nicotina y sustancias tóxicas cuando se calienta el tabaco o se acciona el dispositivo que lo contiene” y la persona “inhala esos aerosoles”. “Además de la nicotina, una sustancia sumamente adictiva, contienen aditivos no tabáquicos y suelen estar aromatizados. El tabaco se suministra en forma de cigarrillos especialmente diseñados.

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