Mantecados de Almendra

Ingredientes:

500 g de harina de trigo (aprox. 4,1 tazas)
200 g de almendra molida (aprox. 2,1 tazas)
200 g de azúcar glas (aprox. 1,7 tazas)
250 g de manteca de cerdo a temperatura ambiente (aprox. 1,2 tazas)
5 g de canela molida (1 cucharadita)
Ralladura de 1 limón (1 unidad)
2 g de sal fina (1/2 cucharadita)
5 ml de extracto de vainilla, opcional (1 cucharadita)
20 g de semillas de sésamo, para decorar (2 cucharadas)
50 g de azúcar glas extra, para espolvorear (aprox. 1/2 taza)

Cómo preparar:
Crujientes por fuera, tiernos y fragantes por dentro: estos mantecados de almendra son puro sabor tradicional. La clave está en tostar la harina para lograr ese aroma inconfundible y en usar una buena manteca que aporte textura sedosa. Perfectos para Navidad o para acompañar un café en cualquier época, se deshacen en la boca y dejan un toque cítrico y de canela irresistible. Con unos pocos trucos, obtendrás piezas uniformes, con corte limpio y un horneado justo que mantiene el centro delicado. Se preparan con antelación y se conservan varios días, así que son ideales para regalar o montar una bandeja variada en minutos.

1. Precalienta el horno a 160°C. Distribuye la harina en una bandeja y tuéstala 12–15 minutos, removiendo a mitad, hasta que tome un tono marfil y huela a nuez. Truco: si ves puntos dorados, retira de inmediato. Deja enfriar por completo para que no derrita la grasa.

2. En un bol grande, bate la manteca con el azúcar glas 2–3 minutos hasta crema pálida y esponjosa. Esto incorpora aire y da mordida delicada.

3. Añade la almendra molida, la canela, la ralladura de limón, la sal y la vainilla. Mezcla justo hasta integrar; no sobrebatas para evitar que se engrase en exceso.

4. Incorpora la harina tostada y fría en 2–3 tandas. Mezcla con espátula o mano hasta obtener una masa arenosa que se compacte al presionarla. Si está muy seca, deja reposar 5 minutos: la almendra soltará grasa y cohesionará.

5. Forma un disco, envuélvelo y refrigera 20–30 minutos. Este reposo facilita un corte limpio y evita que se deformen al hornear.

6. Extiende la masa entre dos papeles a 1–1,5 cm de grosor. Retira el papel superior y corta piezas de 4–5 cm con cortador enharinado. Junta y reextiende los recortes sin amasar en exceso.

7. Coloca en bandeja con papel, espolvorea ligeramente con sésamo y presiona apenas para que se adhiera. Deja 1–2 cm entre piezas.

8. Hornea a 180°C 10–12 minutos, hasta que los bordes apenas empiecen a dorar; el centro debe seguir pálido. No los muevas en caliente: son frágiles.

9. Deja enfriar en la bandeja 10 minutos y luego pasa a rejilla hasta que estén fríos. Espolvorea con azúcar glas y deja reposar 2 horas para que asienten.

10. Conserva en lata hermética hasta 1 semana. Truco final: si los quieres más arenosos, tuesta 5 minutos la almendra molida junto con la harina.