En Argentina se consume un 60% más de azúcares añadidos que lo que recomienda la OMS

Un informe advirtió que el consumo de azúcares añadidos en Argentina es el más alto de la región.

Salud27/07/2024ClaudiaClaudia
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la ingesta de azúcares libres debe ser menor al 10% de la ingesta calórica total (50 gramos de azúcares para una ingesta diaria de 2000 Kcal). También, señala que habría un beneficio adicional sobre la salud si este consumo fuera menor al 5% de la ingesta calórica total. Pero en Argentina ese porcentaje se supera ampliamente.

Un informe de Estudio Latino Americano de Nutrición y Salud (ELANS). reveló que el consumo de azúcares añadidos en Argentina es el más alto de la región, con una ingesta promedio de 90,4 g/día, lo que contribuye con el 15,9% de la ingesta calórica total. Esto quiere decir que, en el país se consume cerca de un 60% más de azúcares añadidos que lo recomendado.

En cuanto a las fuentes de azúcares añadidos, el 26,9% lo aportan las gaseosas y el 23,8% las infusiones (principalmente el mate dulce). El tercer lugar (15,4%) proviene de los panificados (pan, galletitas, facturas) y el cuarto (12%), de los jugos listos para preparar.

Este dato es alarmante ya que refleja que en el país el 78,8% de la población no cumpla con la recomendación de la OMS (no exceder el 10% de la ingesta calórica con azúcares libres) y que el 94,4% de la población no cumpla con la recomendación condicional de no exceder el 5%.

En ese sentido, el Dr. Brian M. Cavagnari, doctor en Ciencias Biológicas, indicó que "reducir el consumo de azúcares añadidos en la dieta parecería ser una buena estrategia para colaborar con la lucha contra las enfermedades crónicas no transmisibles. Lo que dificulta cumplir con estas recomendaciones de salud es que los consumidores prefieren y eligen los sabores dulces.”

Diferencia entre azúcares intrínsecos, azúcares libres y azúcares añadidos

Los azúcares están presentes de forma natural en frutas, verduras y productos lácteos. Además, se añaden habitualmente azúcares a los alimentos, tanto por su poder endulzante como por sus otras funciones, como la de dar textura a un bizcochuelo o la de actuar como conservante natural en una mermelada.

Por lo tanto, se puede distinguir entre “azúcares intrínsecos”, aquellos incorporados en la estructura de frutas y verduras enteras, y “azúcares libres”, azúcares presentes naturalmente en la miel y en los jugos de frutas. Dentro de los azúcares libres, a su vez, están los llamados “azúcares añadidos”, que son los que se agregan a los alimentos y bebidas por el fabricante, el cocinero o el consumidor como azúcar de mesa, azúcar moreno, jarabe de maíz, entre otros.

Hasta la fecha, no hay evidencia de que el consumo de azúcares intrínsecos tenga algún efecto adverso sobre la salud. De hecho, se recomienda incrementar la ingesta de frutas y verduras frescas enteras. “Como contrapartida, un consumo excesivo de azúcares libres aumenta la densidad calórica e incrementa el riesgo de obesidad y de enfermedades cardiometabólicas. Un alto consumo de azúcares libres también se asocia con una menor calidad de dieta y con un mayor riesgo de caries”, agrega Cavagnari.

 

 
  
 

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