Quién era Florencia Aranguren, la joven argentina asesinada en Buzios

Una ciudadana argentina fue asesinada a puñaladas en la ciudad brasileña de Buzios, ubicada a unos 150 kilómetros al noreste de la populosa Río de Janeiro.

Quién era la mujer argentina asesinada en Buzios

El cuerpo de la mujer, de 31 años e identificada como Florencia Aranguren, fue hallado en un sendero cerca de la playa, muy cerca de donde estaba su perro, atado y con manchas de sangre.

"Vino con la idea de quedarse a vivir y tuvo este trágico final. La familia está viajando, la madre y el marido de la madre, mientras que el cuerpo estaría disponible mañana para hacer el velorio o su traslado", precisó en diálogo con Télam Ana Sarrabayrouse, cónsul general de Argentina en Río de Janeiro.
Una cámara de seguridad registró los últimos minutos con vida de la joven argentina de que fue asesinada a puñaladas en la ciudad brasileña de Buzios.
En las imágenes se observa a Florencia mientras camina junto a su perro por la vereda de la calle José Gonçalves, a través de la cual se puede llegar a una de las playas.

Se supo que la víctima había llegado el último fin de semana a la ciudad con la idea de instalarse allí. Además, vivió unos años en España, practicaba acrobacias sobre trapecio, ilustraba a mano y era amante de los piercings.

Sin embargo, su vida tuvo un giro inesperado: este miércoles por la mañana, según se observa en el video, caminaba por la calle alrededor de las 7:06 y segundos después se pierde su imagen entre los arbustos.

A las 7:20 aparece en las imágenes el sospechoso en su bicicleta con gorra blanca, remera del mismo color y bermudas.

Pasadas las 8:30 un transeúnte encuentra el cuerpo de la joven argentina dentro del sendero y de forma inmediata dio aviso a la Policía.

Se constató que Florencia tenía varias heridas cortantes en su cuerpo y a su lado estaba su perro, que mostraba signos de forcejeo.

Ante la aparición del cuerpo, comenzó una investigación que derivó en la detención de un sospechoso de 31 años que estaba dentro de una casa cerca del lugar del crimen e intentaba lavarse las manos para sacarse los restos de sangre.

En medio de su detención, los oficiales lo llevaron hasta la escena del crimen donde todavía estaba el cuerpo de la víctima y su perro.

Ni bien se acercó, el animal se mostró violento, comenzó a ladrar y se abalanzó sobre el acusado, un predominante signo para los investigadores de que se trataría del asesino.

Se constató que el hombre tenía rasguños y lesiones compatibles con un forcejeo.

El cuerpo de Florencia fue trasladado al Instituto Médico Legal (IML) en Cabo Frío.