Rollos Glaseados de Canela

Ingredientes  

125 ml. de agua
275 gr. de harina de fuerza
Un  huevo
6 cucharadas de mantequilla
20 gr. de levadura de panadería
Una cucharada de miel
2 cucharadas de azúcar
70 gr. de azúcar moreno
Una cucharada de canela
50 gr. de  queso  crema
200 gr. de azúcar glas
Una pizca de esencia de vainilla
Leche

Preparación: 

Los rollos glaseados de canela están deliciosos. Son sencillos de hacer y muy vistosos, por lo que gustan a niños y a mayores. Los puedes hacer si tienes invitados en casa o, simplemente, quieres sorprender a tu familia con un postre único. ¡Les encantará su riquísimo sabor a canela!

Para disfrutar de unos riquísimos rollos glaseados de canela lo primero que tenemos que hacer es verter en un bol el agua y dos cucharadas de mantequilla. Lo calentamos en el microondas y removemos. Después, deshacemos la levadura en esta mezcla y reservamos.

Aparte, mezclamos la harina con la sal. Removemos. A continuación añadimos el huevo y la miel, y volvemos a remover. Por último, vertemos la mezcla de agua y mantequilla, y batimos hasta formar una masa homogénea.

Amasamos durante cinco minutos y cubrimos la masa con un paño húmedo. Después, dejamos reposar hasta que la masa haya doblado su tamaño. A continuación colocamos la masa sobre una superficie enharinada y la extendemos con la ayuda de un rodillo dándola la forma de un rectángulo grande.

Para hacer el relleno mezclamos los dos tipos de azúcar con la canela. Después, extendemos dos cucharadas de mantequilla repartiéndola sobre la masa y sobre ella espolvoreamos la mezcla de azúcar y canela.

Enrollamos la masa y cortamos ocho trozos de un grosor medio con la ayuda de un cuchillo. Los colocamos sobre una fuente de horno previamente engrasada con un poco de mantequilla. Tapamos con film y dejamos reposar 25 minutos.

Mientras, preparamos el glaseado. Para ello batimos en un bol el resto de mantequilla con el queso. Sin dejar de batir incorporamos el azúcar glas con la esencia de vainilla. Si queda muy espeso podemos añadir un poco de leche.

Precalentamos el horno a 200º C., con calor por arriba y por abajo. Después retiramos el film y los horneamos durante 20 minutos. Cuando estén hechos los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez estén fríos los adornamos con el frosting, echándolo por encima con la ayuda de una cuchara. Esperamos a que se solidifique y ya podemos comerlos. ¡Deliciosos!