En el Gigante no puede: Central tenía la victoria en la mano, pero un penal infantil de Elordi desembocó en el empate de Riestra y así llega al Clásico con más dudas que certezas

El aperitivo antes del Clásico no le cayó de la mejor manera. Central repartió puntos y la mejoría que buscó Ariel Holan solamente se vio en la primera parte del partido. Lo bueno fue que Alejo Veliz volvió al gol y justo antes del juego más importante de todos. El Canalla jugó de mayor a menor y el empate sobre el final fue un castigo para un equipo que careció de ideas en el complemento. Ariel Holan no guardó piezas por lo que va a venir, así y todo su equipo no pudo sumar de a tres.

Lo peor de la noche fue la lesión de Juan Giménez, que si bien habrá que esperar para ver la importancia de la misma pinta para mal.

El cabezazo goleador del 9 cuando aun las cartas se estaban acomodando puso el partido rápidamente a favor de Central. El heredero apareció en todo su esplendor para meter el testazo tras un gran centro de Malcorra desde la izquierda. Más allá del arranque vertiginoso del equipo de Holan, el estreno del sistema 4-4-2 tuvo buenas y malas. Lo primero es que fue un sistema flexible, ya que cuando se posicionaba para defender quedaron en claro las dos líneas de cuatro, pero cuando se posicionaba para atacar lo hizo hasta con cinco futbolistas. En el comienzo esto complicó a la multitudinaria última línea de Riestra ya que el Canalla le propuso un mano a mano constante en un sector trascendental de la cancha.

La decisión del técnico auriazul de utilizar a dos delanteros dejó también tema para el análisis. De los dos, fue Copetti quien salió más del área, quien fue más a la lucha. Así Veliz estuvo más en su posición y tuvo casi toda el área a su entera exclusividad. Por supuesto, que por una cuestión de falta de tiempo el entendimiento entre ambos tendrá que seguir puliéndose.

Central se mostró más vertical que en oportunidades anteriores, pero este panorama cambió tras la primera media; ya que el rival más acostumbrado al juego rústico emparejó las acciones con sus herramientas de siempre.

La lesión de Giménez cayó con un baldazo de agua fría y sus compañeros tardaron en diferir el trago amargo por su compañero lesionado. El final de la primera etapa fue algo necesario para barajar y dar de nuevo en el vestuario.

El comienzo de la segunda etapa fue una continuidad del final de los primeros 45. Central se pareció mucho más al de las primeras cuatro jornadas y todo se hizo bastante luchado en la mitad de la cancha. Campaz, desaparecido en acción, Di María y Malcorra sin poder desnivelar y Riestra en lo suyo fue la escenografía del primer cuarto del complemento.

Cuando poco pasaba, Veliz armó una jugada individual y Arce se quedó con lo que era el segundo. Fue esa acción aislada y nada más. Es que más allá de lo que buscó Holan con el cambio de sistema al Canalla le volvió a faltar generación de fútbol en gran parte del partido y la mejoría que mostró en los primeros veinte minutos quedó muy lejos en el tiempo.

A la media hora, Holan comenzó a pensar en el Clásico y sacó a Di María, por primera vez tan temprano en lo que va del certamen. Cuando parecía que los tres puntos se quedaban en casa apareció el error que derivó en el penal que Herrera cambió por gol. Tal vez el empate fue demasiado castigo, pero al equipo de Holan le volvieron a faltar más cosas de las que tuvo. La historia de este Central-Riestra ya es pasado, ahora arranca la semana clásica.