Newell’s recibe a Central Córdoba sin el Pipa y con necesidad de victoria

Obligado a ganar. En realidad necesitado de una victoria para seguir prendido y fortalecer el animo en medio de situaciones que desestabilizaron la estructura futbolística. Newell’s recibe a Central Córdoba desde las 21 sin Darío Benedetto, quien sigue sin poder debutar.

Fabbiani arrancó la semana con la idea de tener al Pipa entre los once. E incluso se ilusionó con la presencia en el banco del colombiano Luis Díaz. Pero con el correr de los días llegaron las pálidas. Benedetto salió del ensayo de fútbol con una molestia muscular, y el extremo colombiano sigue a la espera a pesar de que Envigado había confirmado el traspaso, que se empantanó a partir de la forma de pago propuesta por la Lepra.

Por si fuera poco, Giovanni Chiaverano, el jugador que ingresó en los tres partidos como alternativa de los extremos, está vez no estará en el banco por una lesión. Así, las opciones ofensivas entre los relevos serán los juveniles Navarro y Liberato, quienes aún no debutaron en primera. Y también aparecen Blas Benedetto y Jero Gómez Mattar, otros dos pibes que juegan como volantes.

Con este panorama, el DT leproso pondrá en cancha el mismo equipo que igualó con Aldosivi: Juan Espínola; Alejo Montero, Luciano Lollo, Víctor Cuesta, Ángelo Martino; Franco Orozco, Luca Regiardo, Éver Banega, Luciano Herrera; Gonzalo Maroni y Carlos González.

De Felipe, en tanto, no guardará nada aunque la próxima semana jugará por Sudamericana con Lanús, y el once probable de los santiagueños será con Alan Aguerre; Santiago Moyano, Yuri Casermeiro, Jonathan Galván, Lucas Abascia, Braian Cufré; Matías Godoy, Fernando Juárez, José Florentín, Matías Godoy y Leonardo Heredia.

Newell’s arranca una seguidilla de cuatro partidos en dos semanas. Con el choque de Copa Argentina frente a Atlético Tucumán y el Clásico como choques claves. Por eso será importante salir airoso del cotejo abre Central Córdoba. En medio de tantas dificultades, ganar puede ser el empujón anímico necesario para afrontar lo que viene con la cabeza en alto.