Newell’s y una derrota llena de malas decisiones

Perdió Newell’s. Y sobran los motivos para explicar la derrota 2 a 1 frente a un limitado Banfield. A diferencia de lo sucedido hace una semana en Mendoza, está vez los problemas internos repercutieron en el campo de juego. El plantón de Navas, la falta de refuerzos, la lesión no declarada de Benedetto se potenciaron con un erróneo e inexplicable planteo de Fabbiani. Y esta vez no alcanzó con las ganas o alguna genialidad de Banega.

Culpar a Navas por la derrota sería tapar el sol con la mano. Keylor decidió no jugar un par de horas antes del partido y eso afectó al grupo, sin dudas. Pero su actitud puede tildarse de desagradecida con Newell’s y poco profesional, aunque no es el motivo principal de la caída leprosa.

Tampoco perdió Newell’s por no tener a Darío Benedetto, quien sigue lesionado aunque no haya un parte que lo reconozca. El delantero sería necesario, casi indispensable, pero tampoco estuvo en Mendoza y Newell’s ganó, por lo tanto no puede afirmarse que su ausencia haya sido la causa del traspié.

Claramente faltan refuerzos. Benedetto lesionado; el extremo que sigue sin aparecer; Noguera aún en el banco porque llegó hace días; y dos futbolistas que están hace rato y el Ogro no los utiliza. Uno es Fernández Figueira, un cinco de marca que tal vez hubiera ajustado mejor las marcas cuando Newell’s llegó al empate. El otro es Íñiguez, de quién el Ogro habla maravillas, pero por ahora no lo pone un minuto. Si bajar 20 kilos fue el problema, el DT es responsable porque lo pidió sabiendo esa situación.

Indudablemente esta vez hay mucha responsabilidad de Fabbiani. No se entiende el planteo inicial. Si entendió que jugar con línea de tres de local con Banfield era muy defensivo, hacerlo con Mosquera de volante fue peor, ya que desestabilizó a los zagueros y no ganó en profundidad de ataque. Lollo y Cuesta volvieron a tener los problemas que padecían antes de la llegada del Ogro. Y de ser figuras en todos los partidos, hoy fueron aplazo inevitable. Ya poco funcionó el doble cinco ‘de juego’ Banega-Sotelo, que dejaron a Banfield jugar con comodidad.

Para pero si el planteo inicial fue erróneo, los cambios fueron peores. El ingreso de Chiaverano por Mosquera corrigió un error, con lo que tenía a mano, pero la salida de Herrera por Luca Sosa para armar línea de cinco en el momento del empate cuando mejor estaba Newell’s fue una mala interpretación del partido. La falta en la puerta del área que generó el segundo gol del Taladro no hizo más que exponer esa mala decisión del Ogro.

Con tantas fallas, apenas algunos pincelazos de fútbol de Banega y las ganas habituales del equipo dejaron al partido con chances de empatar, pero está vez no se pudo aprovechar la pelota parada, Cocoliso no encontró ninguna, y Maroni volvió a lagunear como en gran parte del torneo pasado.

Para peor, Auzmendi metió un golazo de otro partido y luego fue ayudado por un desvío en el segundo. Poco para quejarse ya que el empate parcial de Banega también tuvo un desvío afortunado.

Perdió Newell’s. Los factores para explicar la derrota sobran. Sólo se debe asumirlos y corregir. Ya no estará Navas, ese arquero salvador de partidos. Habrá que recalcular, sumar los refuerzos que faltan y mantenerse en el camino del orden, la entrega y las buenas decisiones tácticas. Hoy eso falló.