Conmoción y dolor en el cuarteto por la muerte de un histórico cantante: tenía una grave enfermedad

Este pasado lunes, la comunidad del cuarteto en Córdoba y en todo el país se vistió de luto por la partida de uno de sus exponentes más emblemáticos: Rubén Membribe, conocido popularmente como “Pirucho”. 

Este reconocido cantante, que brilló con luz propia durante la década de 1980, falleció tras una dura lucha contra una enfermedad terminal que mantuvo en secreto durante varios meses.

PIRUCHO, UN ÍCONO DEL CUARTETO EN LOS AÑOS 80

Rubén Membribe fue una figura central en la escena musical cordobesa, especialmente en el auge del cuarteto en los años 80, una época considerada de oro para este género que se convirtió en el pulso cultural de la región. Su voz y carisma lograron conquistar a miles de seguidores, y su legado quedó inmortalizado en canciones que aún hoy se cantan en fiestas y reuniones familiares.

Entre sus grandes éxitos, destaca el tema “La de los ojos muertos”, un verdadero himno que trascendió generaciones y que se convirtió en un símbolo del cuarteto clásico. Esta canción, con su ritmo contagioso y letra emotiva, fue uno de los pilares que consolidaron su carrera y que le otorgaron un lugar privilegiado en la historia musical de Córdoba.

A pesar de la fama y el reconocimiento, la vida de Rubén Membribe estuvo marcada por una humildad admirable. En sus últimos años, lejos de los escenarios y los reflectores, se desempeñó como recolector de residuos en la localidad de Malagüeño, un pequeño pueblo donde se ganó el cariño y respeto de sus vecinos por su sencillez y dedicación.

Esta dualidad entre el estrellato y la vida cotidiana hizo que Pirucho fuera aún más querido y respetado. Para muchos, su historia es un ejemplo de que la grandeza no solo se mide por la fama, sino también por la calidad humana y la conexión con la comunidad.

LA BATALLA CONTRA EL CÁNCER
Durante varios meses, Rubén estuvo internado, enfrentando una dura y silenciosa batalla contra un cáncer terminal. Su enfermedad, que mantuvo en reserva para no preocupar a sus seguidores, finalmente terminó con su vida el pasado lunes, dejando un vacío profundo en el mundo del cuarteto y la música popular argentina.

La noticia de su fallecimiento generó una ola de tristeza y conmoción. Artistas, colegas, familiares y miles de fanáticos expresaron su dolor y homenajes a través de redes sociales y medios de comunicación, recordando no solo su talento, sino también su calidad humana y el impacto que tuvo en la cultura local.

 Rubén Membribe, “Pirucho”, no solo fue un cantante; fue un símbolo de una época dorada del cuarteto, una voz que acompañó a generaciones enteras y que seguirá sonando en los corazones de quienes lo admiraron. Su historia es un testimonio de pasión por la música, humildad y lucha, que inspira a nuevos artistas y mantiene vivo el espíritu del cuarteto cordobés.