Catorce allanamientos de la Policía Federal con la red narco del “Negro Ezequiel” en la mira

Dos personas fueron detenidas y se incautaron cocaína, marihuana y dosis del cóctel sintético conocido como tusi durante una serie de allanamientos encabezados por la Policía Federal Argentina (PFA) en el centro de Rosario y en Villa Moreno, al sur de la ciudad. El operativo tuvo como objetivo desarticular una red de vendedores de droga de mediana escala.

La investigación, a cargo del personal de la División Unidad Operativa Federal (Duof), se inició en 2024 a partir de tareas de vigilancia sobre una antigua vivienda ubicada en Ayacucho al 2000. Según fuentes del caso, la casa estaba “tomada” y llamativamente era frecuentada por personas que llegaban en autos y motos de alta gama.

Con el avance de la pesquisa, los agentes identificaron como figura central de las maniobras a un hombre apodado “el Negro Ezequiel”, con antecedentes penales y vinculado al hampa local desde hace más de quince años. Las tareas de inteligencia revelaron que el sospechoso mantenía conexiones con otras “marcas” del delito que, según la hipótesis de los investigadores, habrían sellado un pacto para regentear bocas de expendio en Villa Moreno, el asentamiento urbanizado del sur rosarino.

En ese territorio –descripto como un escenario áspero y complejo– algunos de los domicilios investigados eran, a su vez, objetivos en otras causas penales, lo que presentó contratiempos para la recolección de pruebas.

Finalmente, a pedido del fiscal auxiliar Juan Frausin y con autorización del juez federal Carlos Vera Barros, la PFA allanó catorce domicilios ubicados en el centro de Rosario y en la zona de Moreno y Presidente Quintana. Como resultado, se secuestró medio kilo de marihuana, una cantidad similar de cocaína y algunos gramos de tusi, un cóctel de drogas en expansión en el ambiente de las fiestas electrónicas, pese a su potencial peligrosidad. Además, se incautaron vehículos y dinero en efectivo.

Los investigadores destacaron el “alto nivel de vida” de algunos de los involucrados, quienes –sospechan– sostenían emprendimientos comerciales que operaban como pantalla, con la asistencia de contadores.