Desaparición del subcomisario Cristian Abrigo en Santa Fe: Dos detenidos y rastrillajes sin éxito en Progreso

La desaparición del subcomisario de la Policía de Santa Fe, Cristian Abrigo, continúa siendo un misterio que mantiene en vilo a la provincia. A más de una semana de su desaparición, las autoridades siguen trabajando en la investigación para esclarecer los hechos y dar con su paradero. Hay dos sospechosos detenidos. 

Investigación 
Cristian Abrigo, de 38 años, fue visto por última vez el mediodía del 28 de febrero en su casa de barrio La Esmeralda, en la capital provincial. Desde entonces, el hombre de un metro noventa de altura y tez trigueña no se contactó con  su familia y su celular permanece apagado.

La denuncia se hizo en la comisaría 27 por su desaparición, llevó a la Fiscalía del Ministerio Público de la Acusación a iniciar una investigación. 

Rastrillajes 
A lo largo de estos 10 días, la Fiscalía tomó declaraciones y ordenó el análisis de las cámaras de seguridad donde una de las hipótesis que siguen trata de que un grupo de hombres lo pasó a buscar y lo llevó a la localidad de Progreso. Esta ciudad está en el Departamento Las Colonias y a unos 80 kilómetros de la capital provincial. 

La fiscal María Laura Urquiza y su par Andrés Marchi ordenaron rastrillajes que se hicieron sin éxito en dicha ciudad, distante a 45 kilómetros de Esperanza. 

Detenciones
En medio de un gran hermetismo, dos varones, identificados sólo por sus iniciales como F.G.C. y L.M.S., fueron apresados el viernes 7 de marzo pasado y están a disposición de la Fiscalía.

Lo que trascendió fue que uno de ellos también es policía y que ambos tuvieron contacto con Abrigo momentos antes de que desapareciera. 

Voceros relacionados a la causa indicaron que su responsabilidad se conocerá en los próximos días cuando se realice la audiencia imputativa. 

Trascendió que los fiscales aún esperan los resultados de los peritajes a los celulares secuestrados para determinar su grado de participación.  

Líneas de investigación 

El caso del subcomisario que prestaba servicios en la sección monitoreo de la Agrupación de Unidades de Orden Público de la capital provincial es un misterio y los pesquisas aún no determinaron: si sufrió amenazas antes de su desaparición, si fue a Progreso de forma voluntaria u obligado o si puede estar en otra ciudad.