De La Plata a San Francisco: el joven argentino que ganó dos competencias mundiales de bebidas

Con solo 26 años, Salvador Barragan está transformando el mundo de los destilados con un innovador licor. Desde sus comienzos en la casa familiar, ha escalado hasta producir 4.000 botellas mensuales y ahora se prepara para expandir su negocio al mercado estadounidense.

Curiosidades26/10/2024ClaudiaClaudia
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Salvador Barragan fue criado en una familia de médicos y abogados, en la que la presión por seguir las tradiciones profesionales fue fuerte. Inició la carrera de Economía, pero años más tarde la dejó atrás para sumergirse por completo en su verdadera pasión: el mundo de los destilados.

Su fascinación por la alquimia y los cócteles comenzó temprano. Coleccionaba envases vacíos de cervezas y destilados desde los 12 años, soñando con tener su propia bebida cuando fuera más grande. A los 17 años, tras persistentes esfuerzos y a pesar de las restricciones por su edad, logró inscribirse en un curso de barman. A los 19, ya tomaba capacitaciones especializadas en destilación. Con una mentalidad autodidacta, asistía como oyente a clases de ingeniería química para comprender mejor los complejos procesos de destilación, estudiando libros especializados como Distillation Design, de Henry Z. Kister y Batch Distillation: Design And Operation, de I.M. Mujtaba. Incluso se aventuró en clases de dibujo técnico en arquitectura para diseñar el alambique que él mismo mandó fabricar.

Para financiar sus primeras maquinarias e insumos, Salvador trabajó en la industria de la hospitalidad desde los 15 a los 20 años, primero como mozo y luego como bartender. Todo esto, a escondidas de sus padres, que esperaban que se concentrara en los estudios. Su talento fue reconocido rápidamente: a los 17 años ganó el Premio al Mejor Cóctel en la competencia AMO ESE CÓCTEL en La Plata, con una creación a base de gin, alcaucil, maracuyá y naranja. Años después, esta receta sería la inspiración para su licor, Pemba.

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En la búsqueda de algo único, Salvador combinó su amor por el gin y los licores, experimentando con hierbas, especias, flores y cítricos. A los 20 años creó la fórmula del licor Pemba, que fusiona lo mejor de ambos mundos, sometiendo ciertos botánicos a destilación para obtener aromas distintivos, y finalizando con la maceración de cítricos y maracuyá para lograr una bebida con múltiples capas de sabor.
“Me interesa experimentar con destilados que integren ingredientes botánicos poco convencionales o autóctonos de regiones específicas, ya que creo que hay mucho por descubrir en cuanto a cómo los sabores regionales pueden influir y enriquecer el arte de la destilación”, expresó.

A los 21 años, Salvador comenzó la producción de Pemba desde su casa en La Plata. Con apenas 20 botellas mensuales, pasaba por varios eventos en la Provincia de Buenos Aires.

A los 23, mudó todo a un galpón donde aumentó la producción a 600 botellas mensuales, distribuyendo su licor en licorerías y bares de Buenos Aires y otras provincias. Todo esto como proyecto secundario mientras tenía trabajos y asesoramientos en empresas del rubro por sus conocimientos en el tema, tales como grupos gastronómicos, destilerías y distribuidoras. A medida que su experiencia en la industria crecía, también lo hacía su proyecto. Su crecimiento lo llevó a cerrar un acuerdo comercial con algunos bares.

Pemba no tardó en destacar a nivel internacional: en 2023 ganó el Doble Oro en la San Francisco World Spirits Competition y en 2024, Oro en la Singapore World Spirits Competition.

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Hoy, Salvador, con 26 años, se encuentra adaptando la producción en la Fábrica Polditos, al sur de Buenos Aires, con una producción de 4.000 botellas mensuales. Sus estimaciones indican que pronto alcanzará las 10.000 botellas mensuales y tiene planes de comenzar a exportar producto a Estados Unidos.

“Después de ganar el Doble Oro en San Francisco y el Oro en Singapur, sentí que era el momento adecuado para llevar Pemba a una audiencia más amplia. El mercado de destilados en Estados Unidos es el segundo más grande del mundo, con más de 300 millones de cajas vendidas en 2023”, afirmó el joven emprendedor.

Además, Salvador lidera un proyecto destinado a llevar marcas argentinas de vinos y destilados al mercado estadounidense, reafirmando su pasión por elevar la industria de bebidas a un escenario global.

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