Peluquerías en crisis: insumos y servicios "impagables" en medio de una caída "abrupta" de clientes

Los comerciantes y profesionales del rubro aseguran que la caída de trabajo alcanzó un 30%. Las jubiladas entre las más afectadas por el ajuste y el recurso del “hágalo usted mismo” para cuidar el presupuesto.

Información General16/09/2024ClaudiaClaudia
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Ante la caída del poder adquisitivo de los trabajadores registrados e informales, algunos rubros se ven más afectados que otros. En medio del ajuste, los argentinos comenzaron a recortar gastos en necesidades que no son básicas y las peluquerías sufrieron un duro impacto. A la baja de clientes se le sumó el aumento de los servicios y los costos cada vez más altos de los productos de estética capilar.

 Los comerciantes aseguran que la baja en la temporada de invierno fue “muy brusca” y hablan de hasta un 30% menos de clientela, aunque encaran “con buenas expectativas” la etapa de más trabajo en el año que comienza en septiembre con el auge de fiestas y eventos.

El encarecimiento de algunos productos y tratamientos hizo que muchas personas opten por teñirse o cortarse el pelo en forma casera, mientras que otras estiraron los plazos para visitar a su peluquero con el fin de amortiguar el gasto.

“Se sintió mucho la diferencia a partir de diciembre del año pasado. Hubo un cimbronazo”, afirma. 
La temporada baja (en invierno) fue una de las peores que recuerde la peluquera. “Sobreviví estos meses gracias a los ahorros”, confiesa.

Cambio de hábitos

El ajuste económico golpeó duro a la clase media y a los jubilados, dos de los sectores que más solían recurrir a los servicios de peluquería, que incluyen no solo tratamientos capilares, sino también de belleza como manicura, depilación, entre otros.

En este rubro, la diferencia entre los productos nacionales y los importados es notoria. “El producto nacional mejoró mucho en los últimos años, cuando quizás era complicado comprar de afuera”.

Al valor de los insumos se le sumó la disparada en las tarifas de los servicios en los comercios que además ya no reciben ningún tipo de subsidio. “La luz es lo peor, es impagable, si no fuera por los ahorros no sé como haría. Acá se usan secadores de pelo, planchitas, todo eso consume, pero no se puede más pagar estos montos”,

A los clientes les pasa algo similar: “La gente viene y te cuenta que le vino fortuna de gas o el agua, está enojada o triste porque no llegan a pagar. El que está bien económicamente también se queja”.

Septiembre marca el comienzo de la temporada alta de trabajo en las peluquerías y barberías, y pese al panorama desalentador, en los comercios son optimistas. “Creo que vamos a trabajar bien, hay más peinados por eventos y fiestas. El año que viene deberíamos estar mejor”, afirma esperanzada.

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