Le confió a la Policía la identidad de su abusador a través de una carta escrita con símbolos

La investigación comenzó en junio cuando una menor se hizo presente en la Comisaría Vecinal 4D para denunciar que había sido víctima de un abuso sexual por parte de un compañero de escuela, de quien dijo no recordar su nombre.

De esta manera, la Fiscalía de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional de Menores N° 5, a cargo del Dr. De Tezanos, solicitó la intervención de la División Delitos Contra Grupos Vulnerables y Trata de Personas para dar con el paradero del abusador.

A la hora de comenzar con las investigaciones, los oficiales procedieron a entrevistar a la madre de la menor, quien indicó que la joven no quería hablar.

"Sin embargo, la propia víctima se acercó a los efectivos y les entregó una carta pidiéndoles que no le contaran a su mamá ya que sólo confiaba en la Policía de la Ciudad", indicaron fuentes del caso a la Agencia Noticias Argentinas.

Al revisar el documento, los investigadores descubrieron que "estaba escrito con símbolos que no pertenecían a ningún alfabeto y, al dorso, la referencia de cada dibujo con la letra correspondiente".

Además, había un texto en el que volvió a pedir que no le contaran a su progenitora y el nombre del responsable del ataque.

"Ahí se corroboró que en la primera declaración la joven faltó a la verdad al verse amenazada por el abusador", informaron.

Así descubrieron que la menor "se encontró con su agresor en la vía pública y éste la llevó a su domicilio donde la encerró y abusó de ella".

Con toda la información recabada, los investigadores llevaron a cabo tareas de campo en inmediaciones de la vivienda del implicado. Por otro lado, también se analizaron las redes sociales y se determinó que el autor del hecho utilizaba un nombre falso, tanto en su perfil de Instagram como en el barrio.

Tras constatar fehacientemente la dirección del abusador, se le dio aviso al magistrado interventor que ordenó su inmediata detención.