Central estuvo cerca del batacazo, pero quedó afuera de la Libertadores

Tras un flojo primer tiempo Central entró en partido con el empate parcial de Módica, pero en los minutos finales se pinchó y cayó 2 a 1 ante Peñarol.

Deportes 28/05/2024 Claudia Claudia
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Central tuvo mucho que ver en el resultado que lo privó del pasaje a los octavos de final de la Copa Libertadores. La liviandad del primer tiempo contrastó claramente con el manejo del partido que propuso en el complemento, pero cuando se puso a tiro de la heroica, frente a un Peñarol desorientado y muy nervioso, un error lo dejó con las manos vacías y así ese resultado que vino a buscar al Campeón del Siglo no pudo ser.

Sin la necesidad de hacerlo, Peñarol le demostró a Central que no iba a esperar a ver qué podía pasar, con una aceleración interesante al minuto de juego. Un indicio claro, un aviso. Por supuesto, los temores de un lado y del otro hicieron que el partido se tornara ordinario y mal jugado, pero con Peñarol siempre un poquito más ambicioso. Central trataba de ir más por izquierda, con Campaz, que por derecha, y más allá de alguna que otra buena intención la cosa no funcionaba y el fútbol no aparecía.

Igual, la primera llegada a afondo de Central fue por ese sector, con el centro del colombiano que Malcorra, en el corazón del área chica, no alcanzó a impactar. Fue la más clara, pero mal resuelta. Pero ojo, antes de eso habían estado el remate desviado de Guzmán Rodríguez tras un mal despeje en un córner y un tiro débil de Sequeira desde el borde del área. Esa supremacía en las llegadas se daba porque Central contenía mucho menos de lo que pensaba hacerlo, encima con Ibarra ya amonestado desde los 29.

Pero en esa evidente falta de contención e incapacidad de cortar el juego apareció la apilada magistral de Leonardo Fernández. Ni Coyote, ni Ibarra ni Mallo pudieron detenerlo y cuando estuvo frente a Broun definió de manera brillante. Golpazo para un canalla que ya en ese minuto 31 necesitaba dos goles.
De ahí en adelante algo más de compromiso e intento de ir al frente como sea, pero sin la claridad necesaria como para poner el partido como al principio. Por eso un camino a los vestuario con la mitad del tiempo consumido y el doble de trabajo por hacer.

A Central le costó salir de la medianía, pero de a poquito se fue haciendo del partido, mientras Peñarol mostraba cada vez más dudas.

Y después se varios amagues de posible errores del fondo manya llegó esa mala salida, el remate potente de Campaz, el rebote de Aguerre y la aparición de Módica. Gol y 25’ más la adición por delante. Una vida para el desconcierto que vivía el carbonero.

Central olió sangre y fue, con ganas, pero también con algo más de ideas que en el primer tiempo. Fue el mejor momento del canalla y la impresión es que cuando se decidiera lo ganaba.

Y cuando Russo metió un manotazo desde el banco (afuera Malcorra y Campaz), apareció la acción individual de Lovera en tres cuartos, la pérdida y la contra letal de Peñarol, que volvía a poner al canalla de rodillas.

Otra vez un quiebre, emocional y, por ende futbolístico, porque Peñarol, que estaba desorientado se conectó con el partido.

Y eso le fue suficiente para hacer que el correr de los minutos fueran una mera anécdota para decretar una derrota que pudo haber sido otra cosa, pero todo lo cerca que lo tuvo Central fue lo lejos que finalmente le quedó.

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