Mató al ex de su amiga: un tribunal entendió que actuó en legítima defensa y lo absolvió

Cristian A. se hizo amigo de una chica que había tenido una violenta relación sentimental con un joven de 26 años. Según la investigación, la chica intentaba desvincularse de su ex en un contexto de violencia de género. Cuando Brian Arán se enteró del vínculo de amistad, Cristian fue blanco de amenazas y golpes. En octubre de 2023 y, según la investigación, la víctima fue a un boliche sabiendo que el acusado estaba allí. Hubo al menos dos hechos de violencia previos al crimen donde el acusado fue golpeado por Arán y sus amigos. La última vez que se vieron esa noche, cuando Cristian era auxiliado por amigos, se cruzaron en un semáforo y todo terminó en desgracia cuando Arán recibió una puñalada que horas más tarde resultó mortal. En un juicio oral y público que tuvo lugar en Casilda, el tribunal compuesto por Eugenio Romanini, Griselda Strologo e Ignacio Vacca resolvió absolverlo por tratarse de un hecho de legítima defensa. Cristian A. recuperó la libertad tras permanecer un año y medio detenido.

La madrugada del 13 de octubre de 2023, en la intersección de las calles Buenos Aires y San Martín de Casilda, ocurrió el crimen de Brian Arán. Según la acusación a cargo del fiscal Emiliano Ehret, cerca de las 5:30 del 13 de octubre de 2023, la víctima se encontraba dentro de una chata Fiat Strada que estaba detenida en un semáforo cuando apareció el acusado, identificado como Cristian A., en un auto. Según la acusación, el acusado se bajó y le pegó una puñalada en la zona abdominal y se escapó. La víctima fue trasladada al Hospital San Carlos, donde fue intervenida quirúrgicamente, aunque falleció unas horas después.

Violencia de género y legítima defensa
Pero la defensa de Cristian A., a cargo de la abogada Abril Ruiz, planteó otra teoría del caso que llegó a juicio en abril pasado.

Un testimonio clave del caso fue el de la expareja de Arán. La chica contó que en 2021 conoció a la víctima y mantuvo una relación sentimental por cinco meses. Al principio era amable y respetuoso, pero con el correr de los meses se volvió controlador y violento. Dijo que tenía celos desmedidos, enojos por motivos triviales y, cuando intentó terminar la relación, el joven no lo aceptaba. Entonces comenzó a amenazarla de muerte; también decía que iba a matarse si no estaba con él, que si no era para él no sería para nadie. La joven contó que intentó matarla en una oportunidad con un cuchillo y le cortó el brazo. En otra ocasión le mostró un arma de fuego y la puso debajo de la almohada mientras dormían en la misma cama. Terminado el vínculo, la perseguía, acechaba y en 2022 logró una restricción de acercamiento a 100 metros. Si bien en un primer momento la cumplía, reaparecía esporádicamente y quebrantaba la orden judicial.

Amigos
Dijo que a Cristian A. lo conoció en el boliche Barra, en Casilda. Iba ahí porque sabía que su ex no. Se hicieron amigos, pero alguien los vio y Arán se enteró. Entonces se alejó porque sabía lo que pasaba. Arán ya había amenazado y agredido a todo varón que se le acercaba, pero ello no pudo evitar que eso pasara.

La versión del acusado
El acusado dijo que conoció a la joven y se hicieron amigos. Un día lo abordó por la espalda un joven armado con una catana y lo amenazó. Después supo que era Arán quien empezó a hostigarlo en forma reiterada. Lo amenazaba con cuchillos y armas, incluso lo golpeó en varias oportunidades, dijo. Agregó que no compartían los mismos círculos sociales ni lugares, por lo que no esperaba encontrarse con Arán en el boliche Barra. Lo cruzó adentro y, cuando salió del local, fue atacado a golpes por la espalda por Arán. Luego se sumaron los amigos para golpearlo. Escapó corriendo y se resguardó en una heladería, después se fue escondiendo de auto en auto para evitar que lo vieran. Dos amigas lo auxiliaron y lo curaron, y otros allegados lo pasaron a buscar en un auto, aseguró.

En un momento, un coche los encerró mientras otro quedó atrás. El conductor del auto donde iba el acusado intentó resolver el tema pacíficamente, pero uno de los acompañantes de Arán le pegó  y se produjo una pelea. Entonces Arán fue hacia donde estaba él, sacó un cuchillo del pantalón y lo empujó. Forcejearon por el cuchillo y en esa circunstancia estimó que Arán terminó herido. Dijo entre lágrimas que nunca pensó que algo así podría suceder, y que es una situación que lo marcará para toda la vida.

Juicio
El caso llegó a juicio en abril pasado y los jueces que presidieron el debate resolvieron absolver al acusado al entender que actuó en legítima defensa. El Tribunal entendió que Brian Arán tenía una personalidad conflictiva, caracterizada por violencia, posesividad y celos. Se probó que solía portar armas blancas y de fuego, las que utilizaba para intimidar a su expareja y a quienes se acercaran a ella, incluyendo a Cristian A., refiere el fallo. Dijeron que la declaración del acusado fue corroborada por otros testigos. El Tribunal entendió que el acusado no estaba armado con un cuchillo y concluyeron que, en un nuevo intento de agresión por parte de Arán, hubo un forcejeo donde el acusado logró desarmar a Arán, que estaba bajo los efectos del alcohol y estupefacientes, lo que le permitió tomar el cuchillo y, ante una inminente amenaza a su vida, usó el arma para neutralizar la agresión. “La acción de Cristian A. fue una reacción necesaria, proporcionada y contemporánea frente a una agresión ilegítima, actual y de extrema gravedad que amenazaba su vida e integridad física”, dijeron. Y resolvieron absolverlo al entender que actuó en legítima defensa.