Diferentes organismos de Neuquén trabajan para anticipar las alertas volcánicas en la región

En los últimos días se realizó una reunión entre el gobierno de Neuquén y el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV), con el objetivo de emprender acciones conjuntas para trabajar en las alertas que permitan mitigar los riesgos relacionados a estos eventos naturales. 

El Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica es una unidad del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR). 

Este organismo científico-tecnológico está encargado de estudiar y monitorear los volcanes que podrían impactar el territorio nacional.

SEGEMAR es el encargado de producir información y conocimiento geológico de alta relevancia, a través de la observación permanente. 

Los estudios de observación son los que permiten detectar cambios en la actividad volcánica a través de métodos visuales e instrumentales.

Desde el gobierno provincial, precisaron que las acciones tienen como objetivo anticipar cualquier señal anómala que pueda indicar un posible proceso eruptivo. 

Otro de los objetivos es brindar alertas tempranas para que las autoridades de Protección Civil y la población puedan tomar medidas preventivas.

Tras la reunión, Luciana Ortiz Luna, secretaria de Emergencia y Gestión del Riesgo, profundizó junto a los representantes del OAVV sobre los riesgos asociados a la actividad volcánica en la Cordillera de los Andes, una de las zonas tectónicas más activas del mundo.

El subsecretario de Vinculación y Coordinador de OPTIC, Juan Manuel Morales, expresó su satisfacción de poder trabajar junto "al SEGEMAR, la Secretaría de Emergencias y Gestión de Riesgos, Defensa Civil y Aeronáutica, para poner en valor y poder seguir avanzando sobre el monitoreo de nuestros volcanes".

En esa línea, aseguró: "Neuquén tiene todos sus volcanes monitoreados. En esa tarea sabemos que la conectividad es un insumo fundamental para que todos los sensores trasladen la información a quienes lo analizan de manera permanente".

En este territorio, se localizan aproximadamente 120 volcanes activos en el arco andino entre Chile y Argentina, y su actividad está relacionada con el fenómeno de subducción de la Placa tectónica de Nazca bajo la Placa Sudamericana. Esta interacción tectónica genera sismos y erupciones volcánicas, representando un riesgo significativo para las comunidades cercanas.