Denuncian que se dispararon los precios de los detectores de monóxido tras la tragedia de Villa Devoto

La tragedia en Villa Devoto, donde cinco miembros de una misma familia murieron por intoxicación con monóxido de carbono, puso el foco en la necesidad urgente de contar con sensores que detecten este gas silencioso, inodoro y letal.

Sin embargo, mientras el caso sigue generando conmoción, muchos usuarios denunciaron en redes sociales que el precio de estos dispositivos se disparó en apenas 48 horas.

“Los detectores de monóxido aumentaron de ayer a hoy más de 3 veces. Usaron la muerte de esta pobre familia para el 'libre mercado'. Argentina, siempre a la vanguardia”, escribió un usuario en X, reflejando el malestar generalizado.

Otros compradores compartieron capturas y experiencias: “El lunes me fijé y salían $10.000. Hoy el más barato está $38.000”, relató una usuaria indignada. Sin embargo, al día siguiente, los precios más bajos —de modelos con buenas calificaciones— ya rondaban los $80.000.
"Ayer compré un detector de monóxido de carbono a $22.590 mas envío, a la tarde veo que me cancelaron la compra, hoy entro la misma página y lo subieron a $72.890", señaló otro usuario en X.

Los detectores de monóxido de carbono no son obligatorios por ley en los hogares argentinos, aunque su uso puede ser decisivo para evitar muertes en épocas de bajas temperaturas, cuando la calefacción por gas y la mala ventilación aumentan los riesgos.

La discusión sobre el rol del mercado frente a la emergencia se instaló con fuerza tras lo ocurrido en Villa Devoto, y varios usuarios reclamaron que se regule el precio de estos equipos esenciales.

Qué son y para qué funcionan los detectores de monóxido de carbono

Los profesionales de la salud coinciden en que la inhalación de monóxido de carbono es una de las principales causas de muerte por intoxicación en el mundo, por lo que la colocación de detectores de este gas es altamente recomendada. Se trata de dispositivos domésticos de fácil instalación, que cuentan con sensores y una alarma sonora de hasta 85 decibeles.

Según señaló el médico Guillermo Capuya en C5N, estos artefactos tienen una vida útil de aproximadamente 10 años y requieren ciertas precauciones en su instalación: no deben colocarse sobre artefactos de gas ni en lugares donde el flujo de aire esté bloqueado por muebles o cortinas. Lo ideal es instalarlos entre 15 y 30 cm del punto más alto del techo y a 1,8 metros del artefacto a gas más cercano.